En su más reciente columna publicada en Semana, Luis Carlos Vélez argumentó que la oposición colombiana quiere sacar a Iván Duque de la Presidencia, y que eso se ha evidenciado en las manifestaciones que comenzaron el pasado 28 de abril.
“La estrategia está clara; quieren tumbar a Duque. Lo leen débil y seguirán pegándole donde le duele”, afirma, y se sostiene en que las dificultades impuestas por la pandemia del COVID-19, así como la crisis económica por la que atraviesa el país, son síntomas inequívocos de que su hipótesis es cierta.
“Duque está cercado por la pandemia. La crisis desnudó nuestra débil realidad económica. Evidenció que la sostenibilidad financiera del Estado es frágil y que, ante la ausencia de materias primas para vender, dependemos de los impuestos y los entes multilaterales para sobrevivir”, señala Vélez, que analiza que al no haber los suficientes recursos, “se acumulan las promesas incumplidas”, expone.
Añade que el Paro Nacional ha sacado a relucir todas las debilidades de Iván Duque, por lo que sus detractores podrían estarse acercando, según él, al cumplimiento de su objetivo: tumbarlo.
“El problema es que la anarquía nunca crea el escenario de un legítimo cambio de régimen. Pasarle por delante a la ley nos dejará en ruinas y, una vez cruzado ese umbral, será muy difícil regresar”, señala.
Vélez fue enfático en que los ‘vándaløs’ que han afectado la infraestructura durante las últimas semanas deben responder ante la justicia, así como los agentes policía que han incurrido en abusos de autoridad.
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