Según lo informado por El Colombiano, el presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Miguel Morelli Navia, confirmó que después de diez años de trabajo para regular los proyectos exploratorios en yacimientos no convencionales, Colombia está lista para hacer los primeros pilotos de explotación de hidrocarburos con el método fracking.
Al parecer, y de acuerdo a las declaraciones de Navia, ya hay nueve contratos con compañías tanto nacionales como internacionales, entre ellas Ecopetrol, ConocoPhilips, ExxonMovil, Drummond, y otras más, quienes están interesadas en focalizar su inversión en lugares como la Cuenca del Valle Medio del Magdalena y la Cuenca César Ranchería, lo que implica departamentos como Santander, César y La Guajira.
“Estamos a la espera de las conclusiones de la comisión de expertos que creo el Ministerio de Minas y Energía junto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Social y la decisión de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, Anla, para arrancar con los pilotos”, aseguró para el medio.
En cuanto al interés de los yacimientos no convencionales, Moralli aseguró que son de gran oportunidad para el país, pues en ellos al no ser explotados se garantiza una gran reserva de petróleo por muchos años, dijo que esto sería garantizar autosuficiencia para el país basados en petróleo.
Sin embargo, esta afirmación deja de lado los estudios que sostienen que el mercado está dando un giro sobre este tema, pese a ser el recurso natural más demandado, también se está buscando fuentes alternas para dejar de depender de él, por lo que se ha planteado que en los próximos años la demanda va a caer; por lo tanto, advierten que se debe basar la economía del país en otras actividades que no sean la explotación del recurso.
Teniendo en cuenta el análisis que hace el medio, Colombia tiene alrededor de 1.800 millones de barriles de petróleo en reserva, lo que quiere decir que en al menos 5,7 años se terminaría, según el consumo promedio que es de 320 millones de barriles al año. Por consiguiente, los yacimientos no convencionales aumentarían esa reserva y se hablaría de 8.000 millones de barriles más.
“Es importante dar el debate desde el punto de vista científico para que la comunidad esté tranquila que esta actividad puede darse con el debido respeto al medio ambiente y no representa un riesgo para la contaminación de los acuíferos, ni impactará de manera negativa a la comunidad vecina de los yacimientos”, aseguró Miguel Morelli Navia.
Pero también añadió que la falta de conocimiento y una estrategia de estigmatización hacia la actividad extractivista es lo que ha generado la imagen negativa de esta. Fuente consultada: LaRepública.
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